¿Leche materna o Leche artificial?

La lactancia es el periodo de tiempo en que el niño se alimenta casi o exclusivamente de leche. Este periodo dura alrededor de 8 meses, aunque todo depende de las necesidades del bebé y de la madre.

Durante mucho tiempo se ha hablado si es mejor la leche materna o por lo contrario si lo es la artificial, las mujeres en el momento que son madres se encuentran en un gran dilema, ¿Qué es lo mejor? Son muchos los motivos que aconsejan dar de mamar al bebé, pero en muchas ocasiones, por razones médicas, psicológicas, sociales o laborales no se comienza a dar el pecho o si se hace, se suspende precozmente. Actualmente, la lactancia no es una cuestión de supervivencia, alimentar al recién nacido con leche artificial también es una alternativa válida. Sin embargo, antes de elegir cualquiera de las dos opciones es aconsejable informarse para tomar la mejor decisión, tanto para el niño como para la madre.

La leche materna contiene las cantidades apropiadas de carbohidratos, proteínas y grasa, le suministra al bebé las proteínas digestivas, los minerales, las vitaminas y las hormonas que él necesita. Además también contiene anticuerpos de la madre que pueden ayudar al bebé a resistir las infecciones como por ejemplo la meningitis.

Los bebés amamantados por la madre tienen menos probabilidad de tener alergias infantiles, infecciones de oído, gases, estreñimiento, diarrea, enfermedades de la piel, infecciones estomacales o intestinales, sibilancias y neumonía. Además presentan menor riesgo de desarrollar diabetes, obesidad o problemas de peso, síndrome de muerte súbita del lactante y caries dental.

Las madres que dan el pecho a su bebé también disfrutan de algunos beneficios como un vínculo único entre madre e hijo, pérdida de peso más fácilmente, menos sangrado después del parto. Además la lactancia materna también puede ahorrar  tiempo y dinero.

Por otro lado, tanto la madre como el bebé necesitan un periodo de aprendizaje para ambos poder disfrutar del momento. La lactancia no tiene por qué doler. Además la leche materna se digiere más deprisa que la leche artificial, por lo que estos bebés necesitan comer más a menudo, lo que puede quitar libertad a la madre, aunque pronto se espaciarán las tomas y se podrá establecer una pauta de lactancia. Las madres que dan el pecho a su bebé deben restringir la ingesta de cafeína, alcohol y otros alimentos o sustancias de sabores fuertes.

Sin embargo, cuando dar el pecho no es posible o cuando se prefiere no hacerlo, la leche artificial también es una buena elección.

Las leches artificiales cubren las necesidades nutricionales del bebé, utilizando una compleja combinación de proteínas, azúcares, grasas, minerales y vitaminas. Además existe una gran variedad de composiciones para cubrir problemas nutricionales específicos.  Al igual que la leche materna, también se puede establecer un fuerte vínculo afectivo entre la madre y el bebé, ya que las tomas pueden ser en un momento de gran intimidad. Además el uso del biberón va a permitir al padre compartir con la madre la responsabilidad y el placer de alimentarle y crear también un vínculo muy afectivo. Al poder ser alimentado por el padre o cualquier otra persona que lo cuide, esto va a dar una mayor libertad a la madre. Además la leche artificial se digiere más despacio por lo que se podrán espaciar más las tomas.

Por otro lado, la leche artificial carece de los anticuerpos de  la leche materna. Los bebés alimentados con esta leche tienen más dificultades digestivas como gases, estreñimiento o diarreas. Si se va a permanecer mucho tiempo fuera de casa con el bebé, hay que llevar encima las provisiones para cuando necesite comer. Además también hay que tener muchas precauciones con la higiene, las proporciones de agua/polvo y verificar la temperatura de la leche para que no esté ni demasiado caliente ni demasiado fría. Finalmente, otro contra de la leche materna es que suele ser cara.  

Espero que sea de vuestra ayuda esta información, pero recuerda que la que tiene que tomar la decisión eres tú!